En el Hospital Materno Neonatal ya estamos trabajando en nuestro nuevo Banco de Leche Humana, aplicando cada proceso con suma dedicación y cuidado, y estamos listos para recibir leche donada en cantidad para ponerla a disposición de nuestros recién nacidos más vulnerables.
Hace pocos días recibimos a Ramona, nuestra primera mamá donante de leche, que se acercó voluntariamente al enterarse de la inauguración de nuestro Banco, y generosamente nos sigue trayendo su donación.
Es importante recordar que existen miles de recién nacidos en situación de vulnerabilidad, como los bebés prematuros o con bajo peso, que dependen de la leche materna donada. Por eso, desde el HMN garantizamos la seguridad de este recurso esencial, realizando un cuidadoso proceso de pasteurización que elimina agentes patógenos sin comprometer los nutrientes que lo hacen único.
¿En qué consiste la pasteurización de la leche materna?
El método más utilizado por los bancos de leche humana es la pasteurización Holder, un procedimiento que asegura que la leche materna donada esté libre de bacterias y virus que podrían representar un riesgo para los bebés. Este proceso implica calentar la leche a 62.5°C durante 30 minutos, lo que permite eliminar microorganismos peligrosos sin alterar en gran medida las propiedades inmunológicas y nutricionales del líquido.
El paso a paso del proceso
1. Recepción y análisis inicial: Una vez recibida la leche de madres donantes, se clasifica y se somete a un riguroso análisis microbiológico y químico para asegurar que cumple con los estándares de seguridad.
2. Pretratamiento y clasificación: Se evalúa su composición y se identifica la presencia de posibles contaminantes, garantizando que la leche sea apta para el proceso de pasteurización.
3. Pasteurización: Aquí es donde el proceso cobra mayor importancia. La leche es calentada a una temperatura precisa durante un tiempo específico, eliminando bacterias como el E. coli o virus como el VIH y el citomegalovirus, sin alterar la mayoría de los componentes esenciales, como las inmunoglobulinas y los factores de crecimiento.
4. Enfriamiento rápido: Después de la pasteurización, la leche se enfría rápidamente a 4°C para detener cualquier posible actividad enzimática y prevenir la proliferación de bacterias.
5. Control final y distribución: Antes de ser entregada a las unidades de neonatología o a las familias, la leche es sometida a un último control microbiológico para asegurar que cumple con los estándares más estrictos de seguridad.
6. Almacenamiento en frío: Una vez pasteurizada y enfriada, la leche materna se congela a -20°C o temperaturas más bajas, lo que permite su conservación durante varios meses sin perder sus propiedades nutritivas.
Este proceso de pasteurización asegura que la leche materna donada cumpla con su misión: salvar vidas y mejorar el pronóstico de salud de los recién nacidos que más lo necesitan.