La llegada de un nuevo integrante a la familia es un momento de cambio significativo en la vida de una mujer y su pareja. En ese sentido, es crucial entender el embarazo como un proceso natural que despierta emociones y sentimientos profundos, marcando una experiencia inolvidable para ambos. En este contexto, surge la necesidad de redefinir la preparación para la maternidad como una preparación integral familiar.

Desde esta perspectiva, la paternidad implica un compromiso activo en todas las fases del proceso de llegada del nuevo miembro. Desde la planificación familiar hasta la primera infancia, se promueve la participación activa del padre en cada etapa, transformando así los conceptos tradicionales de “maternar” y “paternar“.

En este enfoque integral, también se exploran nuevos paradigmas de relación entre paternidad y familia. Se fomenta la idea de que la paternidad no solo concierne al padre individual, sino que afecta y es afectada por la dinámica familiar en su conjunto. Desde el control prenatal compartido, hasta la creación de herramientas como la libreta para el padre, se busca involucrarlo desde el principio en el cuidado y la salud familiar.

Promoviendo la salud familiar desde el primer contacto

La primera consulta prenatal se presenta como una oportunidad crucial para promover hábitos saludables para toda la familia, ofreciendo al padre la oportunidad de realizarse un control general.

El personal administrativo lo recibe en la institución de salud, realiza la identificación del varón y abre su historia clínica en el RISMI. Luego, el personal de enfermería se encarga del control de signos vitales tanto a la madre como al padre. En esta instancia, la escucha activa, el respeto y la empatía son fundamentales para garantizar un abordaje integral.

Una vez en el consultorio, el obstetra no solo se enfoca en la madre, sino que involucra activamente al padre en el proceso. Reconociendo su importancia como cogestante, se destaca su papel durante la gestación, el parto y la crianza, reafirmando así su protagonismo en la experiencia familiar.

¿Qué controles puede recibir el padre?

En lo que respecta a la salud del varón, se podrá solicitar:

• Examen de rutina de análisis de sangre y orina.
• Control de signos vitales.
• Actualización del calendario de vacunación.
• Curso de Preparación Integral Familiar/Preparación Integral para la Paternidad.

De esta manera, la atención integral abarca tanto a la madre como al padre y eso favorece el bienestar familiar. Por otro lado, este acercamiento del varón al sistema de salud permitirá detectar posibles patologías de riesgo.

Una paternidad responsable desde el principio

La preparación integral familiar beneficia la salud de la familia en su conjunto al tiempo que promueve una paternidad responsable desde el inicio. Al involucrar activamente al padre en todas las etapas del proceso, se fortalecen los vínculos familiares y se sientan las bases para una crianza consciente y colaborativa.

La próxima vez que vengas a tu control, recordá que tu pareja también tiene la posibilidad de realizarse un chequeo general. Podés solicitarlo directamente en la Admisión de nuestro hospital presentando su DNI.